Capítulo XXVII
En este último capítulo se muestra el desenlace psicológico que sufrió el piloto, que finalmente termina pensando como el Principito.
Con esto, Saint-Exupéry nos quiere decir que es perfectamente posible rescatar dentro de cada uno de nosotros el alma de niño que alguna vez habitó nuestro cuerpo, nuestra corteza.
A modo de conclusión, es nuestra intención decir con satisfacción que el objetivo trazado al inicio de esta investigación se ha cumplido a cabalidad, tras todas las contundentes pruebas recopiladas.
Es decir, podemos establecer que en muchos pasajes de la historia, el Principito el piloto representan a Saint-Exupéry niño y adulto, respectivamente. Sin embargo, hay tantos otros en que tal representación no se dio, por lo que no somos capaces de decir que durante toda la obra, el Principito y el piloto representan a los ya mencionados, o sea no es posible establecer una ley general en este aspecto.
En lo que sí es posible hacerlo es en el aspecto de la influencia de Saint-Exupéry en la obra. Basta con leer un poco esta investigación para darse cuenta que la obra entera está llena de simbolismos, reflejos y semejanzas con la vida del autor.
Si pensamos que el objetivo principal era ver lo de la influencia de la vida de este literato en la obra, podemos concluir que sí se cumplió el objetivo.
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